Para muchos, dormir con su mascota es una rutina diaria que aporta compañía y tranquilidad. Sin embargo, estudios han demostrado que esta práctica puede influir tanto positiva como negativamente en la calidad del sueño.
Si duermes con tu perro o gato, aquí te contamos los beneficios, riesgos y algunos consejos clave para que el descanso no se vea afectado.
¿Cuáles son los beneficios de dormir con tu mascota?
Un estudio de la Asociación Americana de Productos para Mascotas (APPA) señala que dormir con una mascota puede reducir el estrés y la ansiedad.
La cercanía de un perro o gato genera una sensación de calma y bienestar, lo que puede ser beneficioso para quienes sufren insomnio o estrés crónico. Otros beneficios incluyen:
- Menos sensación de soledad: La compañía de un animal puede ser reconfortante, especialmente para personas que viven solas.
- Rutinas de descanso más estables: Los horarios de sueño pueden regularse al acostumbrarse a dormir junto con la mascota.
- Sensación de seguridad: Algunos perros entrenados pueden detectar signos de malestar en sus dueños y despertarlos si es necesario.
- Temperatura corporal elevada: La temperatura media de un perro es de 38.9 °C y la de un gato 39.2 °C, lo que puede generar calor excesivo durante la noche.
- Hábitos inadecuados: Las mascotas pueden acostumbrarse a despertar a sus dueños muy temprano si asocian esta conducta con recibir comida o salir de paseo.
- Riesgo de alergias o problemas de higiene: El pelaje y otros alérgenos pueden acumularse en la cama y afectar a personas sensibles.
- Mantén una higiene adecuada, tanto en las sábanas como en el pelaje del animal.
- Fomenta la actividad física durante el día para garantizar un descanso nocturno más profundo.
- Establece una rutina de sueño, como realizar un paseo antes de dormir.
- Evita los juegos en la cama para que la mascota asocie este espacio con la tranquilidad y el descanso.